¿Quién(y, sobre todo,por qué)se merece el Balón de Oro del liderazgo?

?Qu? tienen en com?n Jos? Mar?a ?lvarez-Pallete, Laura Urquizu, el Hospital Gregorio Mara??n, el Grupo Sorolla, la Universitat Oberta de Catalunya, el Ayuntamiento de Madrid y la pyme Norte?a? Todos ellos son modelos de buenas pr?cticas en el dif?cil arte de gestionar una organizaci?n. O eso ha decidido el Club Excelencia en Gesti?n en el reciente fallo de las diferentes modalidades de sus premios de este a?o.
?Por qu?? ?Para qu?? ?De d?nde viene esa necesidad de resaltar la figura de determinados l?deres sobre el fondo plano de cualquier ?rea? El fil?sofo Javier Gom? hizo fortuna explic?ndolo con su tetralog?a de la ejemplaridad, pero ya antes gente como Juli?n Mar?as hab?a acertado a subrayar nuestro car?cter narrativo: somos personajes de una historia y necesitamos equivalentes que nos inspiren.
Por eso las discusiones sobre qui?n merece el Bal?n de Oro encrespan las pasiones futboleras hasta el extremo. ?El que ha ganado m?s t?tulos o el que mejor juega? Aunque m?s alejado de las bambalinas, el mundo del management no es ajeno a este tipo de debates. Ignacio Bab?, director general del Club Excelencia en Gesti?n, sostiene que "en los ?ltimos a?os, los premios a la gesti?n empresarial han experimentado una transformaci?n importante. Ya no se centran ?nicamente en reconocer resultados econ?micos, sino en destacar modelos de gesti?n que generan impacto sostenible, humano y ?tico".
Hay ya una amplia literatura al respecto. Investigan instituciones como la European Foundation for Quality Management (EFQM) y consultoras como McKinsey y Deloitte; circulan libros del prestigio del Assessing Business Excellence de Porter y Tanner, o textos cl?sicos como los de Oakland y Juran, y se realizan constantes revisiones de equipos acad?micos.
B?sicamente, coinciden en que los modelos de gesti?n excelentes se apoyan en cuatro pilares: liderazgo inspirador, orientaci?n al futuro, capacidad para aprender y transformarse r?pidamente, e impacto social y sostenibilidad. Y autores como Gary Hamel, Xavier Marcet, Amy Edmondson o Javier Fern?ndez Aguado subrayan la creaci?n de culturas que combinen innovaci?n, aprendizaje y responsabilidad social. Pero, adem?s, hay una segunda l?nea de investigaci?n muy interesante que mide el impacto emp?rico, por as? decirlo, de los premios. Trabajos como el de por ejemplo, muestran mejoras en el valor de mercado y los resultados operativos en empresas premiadas.
Pau Negre, director ejecutivo de Comtec y miembro del jurado de los premios del Club Excelencia en Gesti?n, cree que "estos premios estimulan y promueven la buena gesti?n al reconocerla"; tambi?n "permiten identificar buenas pr?cticas, darlas a conocer y compartirlas para que otras organizaciones aprendan y se beneficien". Pero, adem?s, hay una cuesti?n t?cnica nada desde?able: "Las bases del premio establecen unos criterios que ayudan a reforzar la metodolog?a de trabajo y promover que las pr?cticas sean m?s s?lidas".
La diversidad hace dif?cil establecer un ranking. Para Negre, "a nivel internacional, en el ?mbito global de la gesti?n, tenemos el Global EFQM Excellence Award, el Premio Deming Award en Jap?n y el Malcolm Baldrige en EEUU. En otros ?mbitos espec?ficos est?n los Great Place to Work – Best Workplaces, los BASF de Econom?a Circular, los Nacionales de Innovaci?n y Dise?o, los Quality Innovation Awards, los CEX…".
Otro miembro del jurado, Bel?n Mu?oz, directora del Colegio Ram?n y Cajal, a?ade el Iberoamericano de Calidad de FUNDIBEQ, por ejemplo, pero sobre todo matiza que "est?n surgiendo nuevas oportunidades promovidas por empresas m?s peque?as, pero con gran visi?n, experiencia y trayectoria, como los Premios Vanguardistas organizados por consultores expertos en estos temas y jurados independientes".
Aunque cada uno tenga su matiz, Mu?oz agrupa la utilidad de todos en una tr?ada virtuosa: "Para quienes los reciben, suponen reconocimiento externo, motivaci?n interna y una forma de visibilizar su trabajo".
Para la gesti?n en s?, contin?a, "ayudan a sistematizar las pr?cticas, medir resultados y entrar en una l?gica de mejora continua".
Y para el conjunto de la sociedad, "fomentan una cultura de excelencia, impulsan la innovaci?n y permiten que buenas ideas se difundan y se repliquen en otros sectores". En definitiva, "contribuyen a elevar el nivel de la gesti?n en el pa?s". Adem?s, destaca que "no solo reconocen, sino que crean una red de aprendizaje. Lo m?s valioso es que las buenas pr?cticas se compartan, se documenten y se pongan a disposici?n de otras organizaciones. Adem?s, cada vez veremos m?s peso de aspectos como la digitalizaci?n y los criterios ESG, que ya forman parte inseparable de la gesti?n moderna".