Renfe pone más capacidad y renueva la flota del Avant, su alta velocidad para la media distancia

El que puede ser uno de los servicios de altas prestaciones más populares de Renfe, el Avant (alta velocidad para la media distancia), va a ocupar un lugar prioritario en el desarrollo del operador público. Lo están pidiendo la alta demanda y el objetivo de sacar vehículos de la carretera. El tráfico en la media distancia Avant se ha catapultado desde los 8,8 millones de viajeros en 2019 (cota que prácticamente se recuperó en 2022) hasta los 13,2 millones del cierre de 2024. Además de tratarse de un servicio subvencionado, por ser obligación de servicio público (OSP), el viaje en Avant está bonificado con una rebaja del 50% desde septiembre de 2022 y hasta final de año, lo que ha impulsado una opción de viaje que ahora se intenta potenciar con mejoras. Se trata de devolver la atención sobre estos tráficos regionales mientras se desarrollan las rutas de larga distancia.

Belén Trincado Aznar

Este tren, que une grandes núcleos de población en todo el país con velocidades de hasta 300 kilómetros por hora, cuenta ahora con un plan de actuación para incrementar la capacidad, especialmente en horarios pico de demanda. Además de rodar en doble composición (dos trenes acoplados), se está asignando flota más moderna, lo que debería incidir en una mayor calidad. El resultado esperado por la dirección de Renfe es dotar de mayor flexibilidad a su oferta y mejorar la comodidad del viaje, racionalizando los niveles de ocupación, además de lograr un mejor cumplimiento con los horarios de salida y llegada.

La compañía ha empezado reservando trenes y maquinistas de forma específica para el Avant; ha modificado los turnos del personal asignado con el fin de asegurar el servicio; se trabaja en la gestión del control de acceso de los viajeros para reducir tiempos, así como en la coordinación entre Renfe y el gestor de las vías, Adif, para agilizar la respuesta ante incidencias. Todo ello, argumenta la compañía ferroviaria, está ayudando ya a elevar los índices de puntualidad. Para el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, este esfuerzo persigue “convertir el tren en un modo mucho más atractivo que el vehículo privado también para distancias de hasta 150 kilómetros. Cuando se habla de si el Avant es de alta velocidad o no, digo que es mucho más alta que los 120 kilómetros por hora a que circula un coche en una autovía”.

A falta de que el Ministerio de Transportes concrete si se amplía a 2026 el periodo de bonificaciones del 50% sobre el precio del billete del Avant, la operadora trabaja con otras palancas. “El precio ha sido un factor muy importante en la subida de la demanda que experimenta el Avant, pero hay otros como la reducción del tiempo de viaje o un mayor número de plazas y, en algunos casos, de frecuencias”, explica Fernández Heredia.

Renfe está actuando sobre la oferta poniendo en circulación trenes en composición doble y con la entrada de vehículos con mayor capacidad en sustitución de otros. De este modo, empezó colocando 1.190 plazas adicionales por semana en la línea Barcelona-Lleida a finales del año pasado. Y actúa en estos momentos en la Madrid-Puertollano, donde ganó 7.140 plazas semanales el pasado verano, y suma ahora otras 548 al pasarse de una circulación en trenes de la serie 104 (237 plazas) a hacerlo con la serie 100 (337 plazas), u optando por la doble composición de trenes 104 (474 plazas).

En la línea Madrid-Segovia-Valladolid ha arrancado en noviembre el tren de gran capacidad de la serie 106. Se trata del Talgo Avril que anteriormente prestaba el servicio Avlo de alta velocidad Madrid-Barcelona y que tuvo que pasar por talleres para la sustitución de los bogies. Con las 581 plazas del 106, y la decisión de elevar el uso de trenes en doble composición, en este eje se obtienen 5.810 plazas adicionales por semana. El Avant Valladolid-Madrid de las 7.55 de la mañana, por ejemplo, lanza ahora 238 plazas más por circulación que anteriormente, igual que el de las 14.10 de la tarde, o los viajes entre Madrid y Valladolid de las 10.15 y las 16.15. En la primera semana de rodaje del 106, Renfe ha recibido en esta línea 2.000 viajeros más que lo que marca el valor medio de los dos meses anteriores.

A partir de estas experiencias, la compañía dependiente de Transportes acaba de colocar dos nuevas circulaciones por sentido, de lunes a viernes, entre Cáceres y Badajoz. En este caso se usan las vías de alta velocidad (112 kilómetros) y el baipás que ha sido inaugurado este año para enlazar las dos capitales extremeñas en 46 minutos (75 minutos en coche). De forma simultánea se analiza implantar mejoras en el Avant en los corredores Figueres-Barcelona-Lleida, en el Madrid-Toledo, y en los que cruzan Andalucía y que enlazan las ciudades de Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada.

Solo las diez mayores líneas de Avant acogieron el año pasado un tráfico de más de 12 millones de viajeros en un área de influencia con 20 millones de habitantes. El desafío es ir a más con un cliente que en los últimos años se ha convertido en recurrente, por motivos de trabajo o estudios. Con el abono bonificado al 100%, el precio de un recorrido de 100 kilómetros en Avant es de 3 euros, más barato que viajar en coche.