Teresa Peramato, próxima fiscal general del Estado, ha reconocido hoy la “profunda herida” que deja la condena impuesta por el Tribunal Supremo a su antecesor, Álvaro García Ortiz, por un delito de revelación de documentos que afectaban a la confidencialidad de la pareja de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Peramato, fiscal de Sala del Supremo experta en la lucha contra la violencia de género, ha sido propuesta por el Gobierno como próxima fiscal general del Estado. Esta mañana pasaba el 'examen' ante la comisión de Justicia del Congreso de los Diputados.
Sus primeras palabras han sido de agradecimiento a García Ortiz, a quien ha querido mostrar su “reconocimiento al trabajo realizado por mi predecesor y por todo su equipo en el camino recorrido para la modernización de la Fiscalía española”.
En su discurso, ha evitado realizar ninguna mención a la condena impuesta por la Sala de lo Penal del alto tribunal pero ha reconocido que ha supuesto “una profunda herida que ha atravesado la Fiscalía española y que ha de sanar —espero y deseo— bajo mi dirección y con el trabajo y esfuerzo de todas y todos los fiscales de este país. Cuento con todos ellos”.
En el turno de palabra de los diputados, el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, ha defendido que la condena a García de dos años de inhabilitación para ser fiscal general “es una injusticia” por parte de una Sala “altamente politizada que ha actuado por impulso político”.
Por su parte, el portavoz de Junts ha dicho preocuparle la dependencia política de la Fiscalía y ha definido a García como un “represaliado político”, aunque no se puede comparar con la represión que ha vivido el independentismo.
El de Sumar, Enrique Santiago, ha apoyado su nombramiento y le ha deseado suerte ya que en esta ´ñepoca ser fiscal general es más peligroso qure trabajar en la “minería”. Ha criticado la resolución del Supremo y el uso que va a hacer de ella la pareja de Díaz Ayuso, Alberto González Amador, para quedar “impune” en la causa que hay abierta contra él por fraude fiscal.
Durante su discurso, Peramato ha defendido la independencia de la Fiscalía y ha recordado que “nuestros principios rectores —consagrados por el legislador constituyente— son, por un lado, los de legalidad e imparcialidad y, por otro, la unidad de actuación y la dependencia jerárquica”. Y de esta última ha resaltado que “ha sido utilizada, en no pocas ocasiones, para sembrar dudas injustificadas sobre nuestra actuación”.
“Les digo —desde ahora— que ello supone desconocer el funcionamiento de la Fiscalía, sus mecanismos para la toma de decisiones, su sistema de garantías y contrapesos y —desde luego— el trabajo diario de los 2804 fiscales que componen el Ministerio Público”, ha añadido.
Peramato ha defendido las últimas reformas propuestas por el Gobierno como la de la Ley de Enjuiciamiento Criminal o la del Estatuto Fiscal, y ha instado a todos los diputados a apoyar su aprobación. ”Nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal, que ha visto más de 50 reformas desde la entrada en vigor de la Constitución de 1978, se ha revelado como una norma obsoleta, agotada. Nos encontramos ante la necesidad de dar respuesta a nuevas exigencias de una sociedad cada día más dinámica”, ha indicado.
A su juicio, la importancia de esta reforma para la justicia “es crucial, trasciende a la lógica de partidos y a la propia contienda política”. Por ello, ha querido hacer “un público llamamiento al consenso parlamentario, para que este hito histórico, esta norma transformadora de nuestra vetusta justicia penal, sea aprobada desde el diálogo y el acuerdo en favor del superior interés de la sociedad española”.

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