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La Policía Nacional ha detenido este miércoles al anestesista que sedó a la niña de seis años fallecida en Alzira, y ha registrado su domicilio. Esta menor y otra de cuatro años, que tuvo que ser hospitalizada, fueron tratadas en una clínica dental del municipio, que lleva clausurada desde el 21 de noviembre, fecha en que falleció la niña. El suceso estaría en plena investigación por parte de un juzgado y de la Conselleria de Sanidad, según ha adelantado el diario Las Provincias y ha podido confirmar EL PAÍS.
El anestesista, de 43 años, que ha sido arrestado este miércoles a primera hora de la mañana en la ciudad de Valencia, hacía trabajos esporádicos en la clínica. Al especialista se le imputan los delitos de homicidio, lesiones, contra la salud pública y omisión del deber de socorro, aunque la investigación continúa abierta.
La niña falleció en Alzira (Valencia) el pasado 21 de noviembre tras haber sido atendida en la Clínica Dental Mireia, y otra menor, de cuatro años, atendida en el mismo, tuvo que se ingresada en el hospital Clínico de Valencia en la UCI. Ahora está fuera de peligro. La Consejería de Sanidad suspendió la actividad del centro privado y abrió una investigación para conocer las circunstancias de ambos sucesos, que tuvieron lugar el jueves.
Las dos menores presentaron síntomas parecidos: somnolencia, vómitos y problemas para respirar. La dentista y propietaria de la clínica aseguró entonces que la niña fallecida salió aparentemente bien del centro, donde el anestesista que la atendió le puso una vía para relajarla y extraerle unos dientes de leche y hacerle unos empastes. También señaló que se estaba “investigando” el lote del producto empleado, pero que desconocía qué había podido pasar.
Cinco días después del fallecimiento, la Policía Nacional registró este la clínica dental donde recibieron tratamiento las dos niñas, dentro de las diligencias de investigación abiertas por el juzgado de Instrucción número 5 de Alzira.
Según han confirmado fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, el registro lo hicieron el grupo de agentes del Grupo de Homicidios. Los agentes buscaban la sustancias que administraban para la sedación de los pacientes y documentación relacionada con la trazabilidad de los fármacos, aunque muestras de la partida de estos productos se estaban analizando ya, según declaró en su día la odontóloga y propietaria de la clínica.
La autopsia a la menor fallecida no reveló ninguna causa directa que explicase la muerte de la paciente, así que el juzgado estaba a la espera de los resultados de los análisis de sangre, orina y tejidos de la niña.
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